El Santos, conocido como el “Peixe”, atraviesa un momento crítico en su lucha por escapar de la zona de descenso, situación que se ha agravado tras encadenar dos derrotas consecutivas ante Bahía y Vasco da Gama, en las que recibió 8 goles sin poder marcar ninguno, un reflejo claro de sus problemas tanto defensivos como ofensivos. La llegada de Juan Pablo Vojvoda al banquillo busca darle un giro al equipo, aunque el desafío es enorme, especialmente por su flojo rendimiento como local, donde apenas ha conseguido 3 victorias en 9 presentaciones, siendo la segunda peor campaña en casa del torneo. Esta debilidad en su estadio obliga al conjunto paulista a reaccionar con urgencia, ya que solo mostrando una versión más sólida y competitiva podrá recuperar terreno y mantener vivas sus aspiraciones de permanencia en la Serie A.
Fluminense atraviesa un momento delicado en el Brasileirao, ya que necesita cortar una racha de dos derrotas consecutivas para no alejarse de la zona de clasificación a la Copa Libertadores, uno de sus principales objetivos de la temporada. Bajo la conducción de Renato Gaúcho, el equipo también mantiene la atención puesta en la Copa de Brasil, donde debe remontar la desventaja tras caer 1-0 en la ida frente a Bahía, lo que añade presión a un calendario exigente. El gran problema del “Flu” ha sido su bajo rendimiento como visitante, con apenas 2 victorias en 10 partidos fuera de casa y una preocupante fragilidad defensiva que se traduce en 19 goles encajados en ese lapso. Para mantenerse en la pelea por los puestos internacionales y avanzar en sus otras competiciones, el conjunto tricolor debe encontrar mayor solidez lejos de su estadio y mejorar la efectividad que hasta ahora le ha faltado en los momentos clave.