Inter de Milán, bajo la conducción de Cristian Chivu, ha iniciado la temporada con un rendimiento brillante que ha devuelto la confianza a su afición tras el duro cierre de la campaña anterior. El conjunto nerazzurro dio una muestra contundente de su poder ofensivo al golear 5-0 al Torino, en un partido donde Marcus Thuram se consolidó como la gran figura con un doblete, acompañado por los tantos de Alessandro Bastoni, Lautaro Martínez y el debutante Ange-Yoan Bonny, quien tuvo un estreno soñado. Este arranque no solo confirma la profundidad y calidad del plantel, sino también la efectividad del sistema táctico implementado por Chivu, que ha logrado potenciar las virtudes colectivas e individuales de sus jugadores. De cara al enfrentamiento contra Udinese, el Inter se presenta como un equipo en plena confianza y con argumentos suficientes para consolidar su candidatura en la Serie A, apoyado en una propuesta ofensiva arrolladora que lo convierte en un rival temible para cualquiera.
Udinese, bajo la dirección de Kosta Runjaic, ha comenzado la temporada con un rendimiento discreto que se ajusta a las expectativas moderadas que rodean al club en esta campaña. Su único punto hasta el momento llegó en el empate frente a Hellas Verona, donde Thomas Kristensen se destacó al marcar de cabeza, pero más allá de ese destello individual, el equipo dejó en evidencia limitaciones ofensivas que pueden ser un obstáculo serio ante rivales de mayor jerarquía. Estas carencias en la generación y definición de oportunidades obligan a los Friulani a elevar de manera considerable su nivel de juego si quieren competir con garantías frente a un Inter Milan que llega lanzado tras su exhibición goleadora. En este contexto, Udinese afronta un desafío mayúsculo en el que deberá apostar por la disciplina táctica y la máxima concentración si pretende evitar que las diferencias de calidad terminen marcando el rumbo del encuentro.
