El Inter de Milán atraviesa un momento de transición tras una temporada 2024-25 que terminó siendo un duro golpe para la afición, ya que el equipo no logró conquistar títulos pese a haber estado muy cerca. Los Nerazzurri perdieron la final de la Champions League ante el Paris Saint-Germain y vieron escapar el Scudetto en un desenlace dramático, quedando a solo un punto del Napoli. Estos reveses significativos llevaron a la directiva a cerrar el ciclo de Simone Inzaghi y apostar por Cristian Chivu, ex jugador del club e integrante del histórico triplete de 2010, quien ahora asume el reto de devolverle la competitividad y la gloria a un equipo que busca reinventarse para volver a estar en la cima del fútbol europeo e italiano.
El Torino llega a este compromiso en plena etapa de reestructuración bajo la dirección de Marco Baroni, quien asumió el mando tras la salida de Paolo Vanoli, marcada por un decepcionante cierre de temporada en el que el equipo apenas logró una victoria en sus últimos nueve partidos y terminó cediendo terreno frente a clubes con mayor ambición como el Como. La derrota 2-0 en casa frente a la Roma selló el final del ciclo de Vanoli y abrió paso a Baroni, un técnico con experiencia en la Serie A y pasado en el Lazio, que llega con la misión de devolverle competitividad al conjunto granata. Sin embargo, su tarea no será sencilla, ya que ha tenido que gestionar un mercado de verano complicado con la salida de piezas clave, entre ellas la del mediocampista Samuele Ricci, fichado por el Milan, lo que obliga al Torino a reconstruir su proyecto en medio de un contexto desafiante.
