Boca Juniors logró poner fin a la peor racha sin victorias de su historia al imponerse 0-3 sobre Independiente Rivadavia, un triunfo que no solo significó un desahogo para el plantel, sino también un paso importante hacia la recuperación de confianza. El equipo xeneize había mantenido una ventaja mínima durante gran parte del encuentro, pero en los minutos finales Zevallos y Velasco ampliaron la diferencia para sellar un marcador contundente. Con este resultado, Boca consiguió mejorar su desempeño ofensivo al menos a un gol por partido en lo que va de la temporada, mientras que en el aspecto defensivo continúa mostrando solidez, con apenas tres tantos recibidos en cinco compromisos. Este equilibrio entre mayor efectividad en ataque y un bloque defensivo seguro le permite al club proyectarse con mejores perspectivas en las próximas jornadas.
Banfield atraviesa un arranque de temporada marcado por la irregularidad, con apenas dos triunfos en los cinco partidos disputados hasta el momento y dos derrotas que reflejan su falta de consistencia. Sin embargo, su más reciente presentación dejó una muestra de carácter y resiliencia, ya que logró vencer 3-2 a Estudiantes en un duelo donde estuvo dos goles abajo y consiguió revertir el marcador en apenas nueve minutos. Esta victoria no solo cortó la mala racha de dos caídas consecutivas sufridas entre finales de julio e inicios de agosto, sino que también le dio al Taladro un impulso anímico clave. La capacidad de reacción mostrada frente a un rival de peso alimenta la esperanza de que el equipo pueda encontrar mayor regularidad y afianzarse en la competición.
