Atlas atraviesa un momento complicado en la temporada, ya que en sus últimos cinco compromisos no ha logrado ganar, acumulando cuatro derrotas y un empate que reflejan su fragilidad defensiva y la irregularidad de su funcionamiento colectivo. No obstante, en su más reciente partido mostró señales positivas al igualar 3-3 frente a Querétaro, un resultado que evidenció que, pese a las dificultades en la zaga, el equipo mantiene intacta su capacidad ofensiva para generar y concretar ocasiones de gol. Marcar tres tantos ante un rival directo confirma que los Rojinegros tienen herramientas en ataque, aunque deberán trabajar en mejorar su solidez atrás. Además, jugar en condición de local implica que Atlas intentará asumir el protagonismo y tomar la iniciativa, un planteamiento que podría generar un partido abierto, donde los espacios dejados en defensa se conviertan en oportunidades para un rival como América.
América llega a este encuentro con un presente mucho más sólido que su rival, respaldado por cuatro victorias en sus últimos cinco partidos y apenas una derrota en ese lapso, lo que refleja consistencia y contundencia. En su más reciente presentación, las Águilas confirmaron su buen momento al imponerse 1-3 como visitantes frente a Tigres, demostrando la eficacia de su ofensiva y su capacidad para rendir en escenarios de alta exigencia. Su estilo colectivo, caracterizado por la generación constante de opciones de gol y la flexibilidad táctica para adaptarse a distintos contextos, les otorga una ventaja clara frente a un Atlas que ha mostrado debilidades en defensa. En este escenario, América no solo tiene la capacidad de marcar, probablemente más de una vez, sino que también incrementa la posibilidad de un partido con goles de ambos lados, dado el carácter ofensivo de los Rojinegros en casa.